El Maestro del Agua Fría
Pancho Sierra no tenía los adelantos tecnológicos que hoy en día disponemos. No tenía Facebook, YouTube, satélites de comunicación, telefonía inalámbrica, sin embargo, tenía el poder de curar, de sanar a una persona tanto física como espiritualmente, tanto en presencia como a distancia.
Aquellos que creen como también los que son incrédulos, tendrán en este libro un amplio espectro desde donde visualizar su vida y obra al paso por este espacio terrenal. Era ¿espiritista?, ¿es un mito?, ¿una leyenda? ¿Su práctica era esotérica? Daremos un amplio abanico de información para que cada lector pueda realmente saber quién es Pancho Sierra.
Con frecuentes períodos de ayuno y durante siete años, estuvo Pancho Sierra en silencio y meditación. “Servir constantemente a cuantos me necesiten”, fue su máxima una vez que salió de su ostracismo voluntario en la estancia “El Porvenir”. Allí comienza su trayectoria como protector de desvalidos y sanador, así en lo físico como en lo espiritual. Con su traje típico gauchesco (bombacha, botas y poncho) recibía a todos los enfermos a quienes curaba con el agua extraída del aljibe, y en muchos casos, mediante la imposición de manos.
Todos los que lo conocieron coinciden en que irradiaba paz, que era un hombre profundo y sereno; no hacía falta que el enfermo le dijera de su dolencia, simplemente al mirarle a los ojos, Don Pancho ya sabía cuál era su pesar, sea este de su espíritu o de su cuerpo. El Gaucho Milagrero de las Pampas ha estado sanando por muchos años, con el paso del tiempo los hechos sugieren que sus dones no han disminuido, que sus creyentes no han dejado de recibir respuestas a sus peticiones. Por el contrario, la creencia espiritual incuestionable de Don Pancho en el poder de Dios, sigue produciendo sanaciones que son elevadas e invocan una realidad angelical, metafísica.
Don Pancho nos muestra con la participación del Creador, y través de sus dones, que nos transporta a una dimensión donde la armonía subyacente del Universo parece ser el orden natural de las cosas.
Con sus poderes que sobrepasan lo natural y mediante el sentimiento, la conciencia y el amor, Don Pancho expresa una espiritualidad que conduce a sus seguidores a un espacio de extraordinario bienestar.
No está en este libro la intención de convencer a nadie, simplemente mostrar lo más claro posible y con los elementos que disponemos en pleno siglo XXI algo que durante casi dos siglos se mantuvo, no vamos a decir en secreto, pero sí difuso.
La curación o sanación a través de la fe (llamada también curación divina o curación espiritual) es el uso de medios espirituales para tratar enfermedades o dolencias, por lo que normalmente puede llegar a clasificarse como pseudociencia.
Algunos cristianos aluden que Dios cura con el poder del Espíritu Santo mediante, muchas veces a través de la imposición de manos de algún fiel de su grey. No suelen usar el término “curación de fe” para hacer referencia a esta práctica, y aunque esta descripción se ve más a menudo en comentarios ajenos a los movimientos de fe, aludiendo de este modo a creencias y prácticas indistintamente. Los cristianos de la Iglesia Católica usan el término sanación, en cambio los protestantes se refieren como sanidad divina.
Muchas veces la curación hecha por una persona es el resultado de una oración de intercesión a un santo o a alguien con el don de la sanación.
Existen numerosos grupos cuyas creencias se basan en la curación a través de la fe como el único remedio para los problemas de la salud. Otras personas ven o esperan superar su enfermedad incurable, mediante la fe.
Un punto de vista extremo considera una “falta de fe” a aquel que busca el tratamiento médico para sus dolencias. Otro punto de vista más tolerante y que es mayoría entre los defensores de la curación mediante la fe, es el que considera que ambas cosas no son incompatibles entre sí, ya que, creyendo en Dios, tanto puede alguien sanar por los medios médicos modernos, como por la fe.
En la curación espiritual el uso genérico tanto de la imposición de manos como la concentración mental son muy comunes como término para señalar la curación a través de la oración. Comunidades seculares entre las prácticas religiosas incluyen también enseñanzas y técnicas de Reiki, método Ireca (siglas en italiano del Instituto di Ricerca Sull’ Energía Cósmica Aplicatta – Instituto de Investigación de la Energía Cósmica Aplicada-), National Federation of Spiritual Healears, toques terapéuticos y muchas otras.
Los argumentos de la medicina convencional que se basan en sus estudios han demostrado que la sanación y/o curación a través de la fe, no posee más efecto curativo que un placebo, manifestando que no es ético ni se debe confiar en ella; por otro lado, están los que argumentan que existen problemas de sesgo y metodológicos, estos serían los defensores de la sanación espiritual.
Como norma general, los médicos consideran que su obligación es hacer todo lo que esté en sus manos por el bien del paciente.
La curación espiritual se utiliza en todos aquellos métodos terapéuticos que se apoyan en energías y capacidades espirituales. Se aplican de manera enigmática energía, luz, o una corriente curativa. El sanador no es el origen de esa fuente sino solo mediador entre los “mundos”: el origen está en lo divino o cósmico universal, y las corrientes energéticas se ordenan y regulan a través de él. Por este motivo es que se puede sanar a la distancia.
Cada curación o sanación espiritual da comienzo a un proceso de maduración espiritual. Los sanadores espirituales casi siempre dicen a sus pacientes: «No soy yo, sino tu fe, lo que te ha curado».
Me muevo con el infinito en el poder de la Naturaleza.
Llevo el fuego del alma.
Llevo la vida y la curación.
Rig Veda